29 mayo 2012

Copa España de Maraton



Tras consultar la previsión meteorológica, chubasquero y paraguas a mano, nos dirigimos a  Ribadesella, Copa España de Maratón.
Según lo previsto, el fin de semana resultó ser un tanto grisáceo, pero no sólo por el cielo. 
En la zona del porteo, asistimos al equipo en las categorías del sábado. La anécdota del día: durante un porteo, corriendo por la blanda arena, tras varios intentos de controlar un desequilibrio, para mi vergüenza y el deleite del público asistente, caigo al suelo de una manera muy cómica; como podéis imaginar, me levanté más rápido que caí. Posteriormente, otro tropiezo (está vez sin caída) y me digo, hoy no es mi día; afortunadamente no sucede nada más.

Domingo 20 mayo, día para los veteranos y también para el estreno de nuevo K2 (por cierto, esta sí es roja). Embarcamos en una zona muy estrecha, dónde hay un apiñamiento de barcos, es la zona de control de embarque. Un palista nos da un serio golpe con el timón de su K1 contra el casco de nuestra flamante embarcación…. comprobamos el casco y ¡Bingo! ya tenemos el primer ñeque, y todavía no hemos empezado; el malandrín, ni tan siquiera se percató, o al menos eso es lo dio a ver.
Ya estamos en el agua, comprobando dónde cubre más y menos, dónde hay piedras que ahora se ven y luego tal vez no… ¿o tal vez sí?;  esto de las rías es un rollo peligroso, además de arriesgar nuestro material,  marca las diferencias con los palistas locales.
Estamos calentando, viendo a unos y a otros hacer lo mismo, oímos a la juez árbitro avisar “ir preparándose para la salida de los K2 Veteranos”, ciabogamos y nos dirigimos hacia la línea de salida. Ahora viene lo gordo: ni tan siquiera habría trascurrido un minuto cuando, para nuestra sorpresa se oye: ¿Preparados? YA!!!!  La madre que la par…nos pilló a más de 200 metros.
No hubo tiempo de protestas, aunque recuerdo que se me escapó un contundente ¡¡Joder!!  Nos pusimos a palear como alma que lleva el diablo, creo que la mala leche que teníamos en ese momento favoreció la explosividad de la salida, pero no fue suficiente para poder enganchar con los grupos que se habían formado por delante.

Desgaste físico, como siempre, pero sobre todo desgaste psicológico, al ver que nuestras opciones se desvanecían al no alcanzar a nuestros principales rivales. Al final cuartos, a 2’ 36” del cajón, con la sensación no merecer este resultado y con la duda de ir a protestar o dejarlo pasar… fue lo segundo. Como curiosidad, nuestro dorsal era el 513.
Mención especial de agradecimiento para la gran familia del Club Piragüismo Pamplona, palistas, padres y madres de éstos, con los que estuvimos muy a gusto y no es para menos, pues  nos trataron como reyes, un gran abrazo para todos ellos.