03 enero 2010

Excesos Navideños

Empezamos con la cena de compañeros de trabajo (sin duda la más peligrosa), seguimos con la Noche Buena, Comida de Navidad, Noche Vieja, Año Nuevo, y ya sólo falta la Noche de Reyes....además el picoteo, con la conocida bandeja de turrones y mazapanes que nos plantan cada vez que hacemos una visita en casa ajena. Entre dulces, asados, vinos y licores....nos hemos metido en el cuerpo unas cuantas calorías, y no precisamente de calidad.




He estado a la altura en cada acontecimiento, no me he privado de nada, me gusta comer bien y beber buen vino, incluso algún pacharán de la tierra, que sienta fenomenal; en definitiva, comiendo y bebiendo como un César. A pesar de todo he intentado mantener el régimen de entrenamiento, y salvo algún día que, por crecida del río, no hemos salido, he cumplido con lo previsto (San Silvestre incluida)

La vuelta a la rutina laboral puede ser indeseada para alguno, sin embargo yo lo veo así;  me beneficia en el descanso, en la calidad de comida, el consumo de agua (bebo más), los horarios de entrenamientos, etc.. y de esta manera el cuerpo lo agradece.



Pienso que hay que saber estar en cada situación, disfrutando al máximo; este tipo de excesos, si fueran continuos serían nocivos, pero de vez en cuando son casi aconsejables, así como la inminente vuelta al trabajo!
RV