08 mayo 2011

Blanca. 1ª Parte. Semana de concentración


Esta ha sido una regata diferente a todas por diferentes motivos.

Uno de los motivos es que al ser en la semana posterior a la Semana Santa, mis hijos tenían vacaciones y pudimos desplazarnos toda la familia, por lo que aterrizamos en Blanca el lunes 25 de abril.


Otro motivo es que esa semana era la fiesta de la primavera y del patrón de Blanca, San Roque, por lo que estaba plagada de actividades diversas: ferias, teatro infantil, senderismo, ruta de la caña y tapa por el piragüismo, desfile de gigantes y cabezudos con el tío de la Pita, Romería de San Roque, paellada gigante, bombas japonesas, conciertos, mercadillo, y por supuesto, el descenso del Segura. Vamos que no nos íbamos a aburrir.

Rober no podía venir toda la semana, por lo que me traje el K2 y un K1 para poder entrenar en Blanca.

En cuanto llegué me acerqué al río y a las instalaciones del club de Blanca. Les pregunté si podía guardar el K2 en sus instalaciones y enseguida me hicieron un hueco en su hangar. Además me invitaron a realizar con ellos el descenso, el miércoles por la mañana.

Desde aquí quiero agradecer la hospitalidad y amabilidad de los integrantes del club Blanca de Piragüismo. Muchas Gracias a todos.

El martes me eché al río y me puse a remontar. A los 14 minutos había avanzado un kilómetro, y el río cada vez era más estrecho y con agua más movida, por lo que di la vuelta como pude y me bajé al embalse.


 El miércoles, varios componentes del club de Blanca y yo subimos hasta Cieza en la furgoneta del club. Tras simular la salida nos vamos al agua. Tengo que reconocer que algún que otro nervio tenía, ya que iba a hacer un descenso para mí desconocido, y en un K1 muy inestable.

Voy fijándome en las curvas, corrientes laterales, etc, e intentando asociarlas con el paisaje, para estar prevenido el día de la regata. Llegamos a la presa y desembarcamos para su análisis. Tras ver cómo se tiran por ella un K2 y un K1 sin mayor problema,  decido tirarme. Enfilo, acelero, me apoyo a la izquierda y hasta abajo. Bajé la presa mejor de lo que pensaba, pero tampoco es que sea una técnica que domine.


Enseguida llegan los rápidos. Mucha espuma blanca se ve. La gente del club me indica el mejor recorrido para bajarlos, así que les hago caso y los paso con bastante movimiento pero sin caer ni pegar con ninguna piedra. Eso sí, me dejé llevar por la corriente, remaba lo justo para controlar la dirección.

Ya habíamos pasado lo más complicado y llegamos felizmente a Blanca, un descenso muy divertido. Por la tarde nos fuimos con la charanga de ronda por los bares tomando cañas y tapas, cayeron 6 o 7. Buena iniciativa del club, fue un éxito.

El jueves descanso. Fuimos al Siglo XX donde degustamos una suculenta paella de cerdo con romero fresco. Estaba muy buena, sí señor.



El viernes amanecemos con la Romería de San Roque pasando por debajo del balcón de casa, con el tío de la pita tirando cohetes y petardos a las 8 de la mañana. Pues nada, nos levantamos y nos vamos de turismo, ya que en Blanca está todo cerrado. Antes remo una hora.

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